ESTRIBILLO:
¡Quédate con nosotros,
la tarde está cayendo!
¡Quédate con nosotros!
¡Quédate!
¿Cómo Te encontraremos
al declinar el día,
si Tu camino no es nuestro camino?
Detente con nosotros,
la mesa está servida,
caliente el pan y envejecido el vino.
ESTRIBILLO.
¿Cómo sabremos que eres
un hombre entre los hombres,
si no compartes nuestra mesa humilde?
Repártenos tu cuerpo y el gozo
irá alejando la oscuridad
que pesa sobre el hombre.
¡Quédate con nosotros,
la tarde está cayendo!
¡Quédate con nosotros!
¡Quédate!
¿Cómo Te encontraremos
al declinar el día,
si Tu camino no es nuestro camino?
Detente con nosotros,
la mesa está servida,
caliente el pan y envejecido el vino.
ESTRIBILLO.
¿Cómo sabremos que eres
un hombre entre los hombres,
si no compartes nuestra mesa humilde?
Repártenos tu cuerpo y el gozo
irá alejando la oscuridad
que pesa sobre el hombre.
ESTRIBILLO.
Vimos romper el día
sobre Tu hermoso rostro
y al sol abrirse paso por Tu frente.
Que el viento de la noche
no apague el fuego vivo,
que nos dejó Tu paso en la mañana.
ESTRIBILLO.
Arroja en nuestras manos,
tendidas en Tu busca,
las ascuas encendidas del Espíritu.
Y limpia en lo más hondo
del corazón del hombre,
Tu imagen empañada por la culpa.
ESTRIBILLO.
Vimos romper el día
sobre Tu hermoso rostro
y al sol abrirse paso por Tu frente.
Que el viento de la noche
no apague el fuego vivo,
que nos dejó Tu paso en la mañana.
ESTRIBILLO.
Arroja en nuestras manos,
tendidas en Tu busca,
las ascuas encendidas del Espíritu.
Y limpia en lo más hondo
del corazón del hombre,
Tu imagen empañada por la culpa.
ESTRIBILLO.
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